lunes, 19 de diciembre de 2011

LA LIBRERÍA DEL CONOCIMIENTO


En el número 26 de la calle Balmes aguarda una de las mayores librerías de Barcelona. Para los desconocedores, los menos intrépidos y curiosos y los menos dados a la lectura, la entrada de la Alibri seguramente sólo sea la puerta de una tienda de libros más. Pero lo que no sabrán si no entran es que tras ese escaparate las letras son capitales, dueñas del espacio de la tienda, que es mucho más del que a priori puede parecer.

La Alibri fue inaugurada en 1925. La editorial alemana Herder de Freiburg comenzó, des del siglo XVII, a conglomerar un potente fondo documental en español, hasta tal punto que decidió abrir una ‘sucursal’ de venta en España. Madrid y Barcelona era las opciones, y la ciudad condal fue finalmente la elección. En el transcurso de la Guerra Civil, la librería paralizó su actividad y fue expropiada, para que después su gestor volviera a comprarla en una subasta pública. Durante la Posguerra y la II Guerra Mundial, debido a su procedencia alemana, también fue sometida a problemas burocráticos. Por suerte las dificultades cesaron y Alibri comenzó a progresar. En 1941, la Universidad de Barcelona le concedió a la librería el título de Librería Universitaria, reconocimiento a su calidad y fondo documental y al servicio que prestaba al mundo de la cultura y la docencia. Desde entonces hasta el día de hoy, sus pasos sólo han ido hacia adelante. 

                                                                       (Foto: Salir.com)

En sus estanterías espera, ordenados con disciplina militar, prácticamente cualquier libro que quieras leer o puedas necesitar. Dispone de un servicio informático que permite localizar de manera sencilla la situación de los ejemplares. Se caracteriza, especialmente, por la amplitud temática que ofrece en el ámbito universitario. Pero eso no excluye que puedas comprar allí cualquier novela, enciclopedia, diccionario, manual, atlas…Y si buscas algo que no tienen, te lo traen.

Así que si vuelves a pasar por el 26 de la calle Balmes, y no tienes mucha prisa, entra y date un paseo. Seguro que sales con algún libro.

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